Antes de empezar cualquier proyecto del ámbito de la construcción, sobre todo si es de mediana o gran envergadura, es importante conocer literalmente el terreno que se está pisando. 

Para avanzar a paso seguro y firme es que existen los sondeos de suelos. Estos funcionan a través de perforaciones con barrenos variables, siempre en concordancia con la profundidad que se necesita alcanzar y las características ya conocidas del terreno a estudiar.

La finalidad de los sondeos es atravesar las distintas capas de los terrenos para llegar a suelo duro y desde ahí extraer muestras que entregan valiosa información sobre la composición geológica del lugar.

Conozcamos un poco más sobre los diferentes tipos de sondeos en los suelos con lo que sigue a continuación.

Sondeos mecánicos

Los sondeos mecánicos entran en la categoría de sondeos geotécnicos, es decir, son una forma directa de exploración del terreno cuando se requiere profundizar en él. 

Con los sondeos geotécnicos se obtienen muestras del suelo que posteriormente son analizadas en centros específicos o laboratorios.

A su vez, los sondeos mecánicos se caracterizan por ser perforaciones del terreno de bajo diámetro (hasta 140 mm aproximadamente) que permiten extraer las muestras del suelo a analizar. Por la gran profundidad que pueden alcanzar, los sondeos mecánicos permiten reconocer cómo es el suelo bajo el nivel freático. 

Tipos de sondeos mecánicos

Existen principalmente 4 tipos de sondeos mecánicos, que destacan por ser los más utilizados. El primero es el sondeo mecánico a presión que es muy útil en suelos que se caracterizan por ser blandos. Después vienen los sondeos a percusión que sirven en suelos duros.

Un caso especial son los sondeos mediante métodos destructivos con herramientas como martillos o trépanos. Este tipo de sondeos son útiles cuando no es necesario conocer las características de todas las capas del terreno (se enfocan en las capas más profundas a analizar). 

Finalmente están los sondeos mecánicos por rotación que extraen testigos de material, por medio de los cuales se conocen las características de las diferentes capas del terreno e incluso pueden señalar la presencia de agua subterránea. Existen dos subtipos: los sondeos a rotación con barrena helicoidal para terrenos más blandos y cohesivos y los sondeos a rotación con extracción de testigo continuo que permiten perforar en cualquier ángulo y en profundidades incluso mayores a 1.500 metros.