A nivel mundial, uno de los campos más beneficiados por uso de las aguas subterráneas, es el sector agrícola, ya sea en su forma tradicional, como empresa, agroindustria o en la vitivinicultura; agua que requieren en gran parte, para la irrigación de sus predios. Así, una de las formas de extracción y aprovechamiento del líquido vital de la tierra, es mediante la construcción de pozos de agua subterránea; los cuales, para su buen funcionamiento y conservación, requieren de ciertas prácticas, tales como:
Es necesario limpiar con regularidad los alrededores de los pozos a fin de proteger y conservar el agua. Al igual, que es importante purificar esta última, retirando los residuos que puedan caer dentro del pozo.
Los pozos de aguas subterráneas son muy susceptibles a ser contaminados sino se les da una localización adecuada. Así, es importante ubicar a los mismos en sitios donde no se puedan generar factores contaminantes que puedan penetrar el suelo: aguas residuales, nitratos, pesticidas, etc. Para esto, es necesario mantener un radio de protección de aproximadamente unos 300 metros alrededor del pozo, a fin de evitar no solo intromisión de agentes químicos sino también bacteriológicos.
Es necesario comprobar constantemente el estado de las bombas, pues un fallo de funcionamiento en las mismas, puede contribuir a una degradación en la calidad del agua. De tal manera, que es importante establecer cerca del pozo una “caseta auxiliar”, de forma que facilite las labores de mantenimiento no solo de las bombas, sino también de la estructura en general.
La caseta auxiliar debe estar equipada con: pequeños almacenes para las herramientas, agua, luz, buena ventilación, teléfono y la información técnica del sistema (perfil del diseño y esquemas de las instalaciones del pozo).
Es importante realizar periódicamente análisis de la calidad del agua, tales como: anualmente análisis bacteriológicos; también para la detección de productos químicos; de aquellos que producen cambios en el sabor, olor y color del agua; de manifestarse enfermedades o epidemias, es menester realizar los análisis pertinentes. Por otro lado, de llevar a cabo un tratamiento de desinfección, es recomendable iniciar un análisis para comprobar que el agua sea potable.
El rendimiento de la instalación de un pozo de aguas subterráneas depende en gran medida de un motor sumergible. De tal manera, que es menester verificar que tenga un suministro de energía adecuado para su seguridad y buen funcionamiento. De acuerdo al curso sobre reparación y mantenimiento de pozos del SENA: «El voltaje de la línea de suministro debe ser el que figura en la placa del motor con desviaciones no mayores del 10%” y “para corregir voltajes bajos, altos o desequilibrados se debe consultar con la Empresa de Servicio de Energía».
Es necesario llevar un registro diario de las labores hechas y los análisis realizados en el pozo. Esto facilitará la implementación de un programa de mantenimiento y reparación de este.
A modo de conclusión, es importante tener en cuenta ciertas sugerencias para que la explotación del pozo sea sostenible, tales como:
Cabe recordar, que las aguas subterráneas son un factor esencial para la conservación del medio ambiente, monitorear con pozómetros el nivel de agua es una necesidad que no se puede subestimar.
Es importante educar y sensibilizar a los usuarios del pozo, sobre las necesidades y las tareas de mantenimiento y reparación de la instalación a fin de evitar factores de riesgo.
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