En los últimos tiempos, el volumen de emisión de vertidos de sustancias contaminantes en los acuíferos se ha incrementado por 10. Para paliar los riesgos sanitarios para la población, la destrucción del medio natural y los perjuicios para el sector agrícola hay que adoptar las siguientes disposiciones:
Establecer un perímetro alrededor del pozo mediante varias barreras de guardia. La zona defensiva tiene que disponer de una solera de hormigón y contar con vigilancia para evitar actividades que puedan contaminar el acuífero (como transporte de sustancias peligrosas o procesos industriales).
La presencia de estos elementos en las cercanías de los pozos de agua genera un riesgo elevado de contaminación del acuífero. Tanto los fertilizantes como los excrementos animales aumentan los niveles de nitratos y bacterias en el área. Para evitar esto hay que proceder a su reciclaje en el caso de los fertilizantes, y prevenir los vertidos de residuos en la zona.
En torno al pozo se deben situar elementos de señalización que permitan su reconocimiento desde carreteras, líneas de ferrocarril e industrias, para regular las actividades que se realicen en las cercanías y advertir de los efectos de un vertido accidental.
Para evitar una filtración de agentes contaminantes, se puede recurrir a la cobertura de la estructura del pozo y el área circundante con arcilla, pavimentos estancos o canalizaciones impermeabilizadas que previenen la difusión de elementos contaminantes.
Para detectar con antelación sustancias contaminantes como bacterias coliformes o nitratos que pueden alterar la calidad de los recursos hídricos del pozo, una medida necesaria es realizar un estudio del agua, al menos una vez al año, en laboratorios certificados. De esta forma, se logran evitar riesgos sanitarios.
Con esta medida se detiene el flujo de agua de los pozos afectados en un radio determinado por las características del terreno y el vertido, con una distancia mínima aproximada de 250 a 500 metros. Esto, ayuda a prevenir el avance de la contaminación y proteger la salud de las personas que puedan utilizar el agua.
Este sistema ayuda a proteger a los pozos de agua contra los vertidos. Consiste en la creación de pozos y sondeos cargados con agua limpia, que se sitúan entre el foco contaminante y el acuífero. El resultado, es la creación de un umbral de agua que detiene el avance de la contaminación.
Son zanjas bajo tierra situadas entre el contaminante y el pozo de agua, rellenadas con una sustancia impermeable que impide el paso de las sustancias que puedan contaminar el agua.
Para realizar este procedimiento, es necesario depurar previamente el agua contaminada y posteriormente, mediante el bombeo de agua de un pozo de extracción, evacuar todo el líquido hacia una zona segura.
Los pozos de agua tienen una importancia fundamental para la reserva de los recursos hídricos destinados a uso agrícola y humano por tanto, es prioritario incidir en las medidas de seguridad adecuadas para evitar su contaminación.
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Mi pozo de agua fue al puelche luego de unas vacaciones de 20 días de no usarse. Cuando volvimos el agua salió clara pero con feo olor, a medida que se fue usando comenzó a disminuir el mal olor pero hasta hoy no se elimino totalmente y el agua siempre clara como potable. Puede ocurrir eso y con el uso desaparecer el mal olor? Gracias