Para poder hablar sobre la percolación del agua primero es necesario explicar la permeabilidad de los suelos, la cual es la habilidad del suelo para poder transmitir agua o aire y depende exclusivamente del tipo de suelo. Los suelos están compuestos de capas y la calidad de permeabilidad varía considerablemente desde una capa a otra, entonces, al planificar una construcción como un estanque, la capa que se encuentra en el fondo debe ser de alto nivel de permeabilidad para evitar filtraciones hacia el subsuelo.

Entender cómo se forman las aguas subterráneas es un punto importante para poder aprovechar el recurso y atender los 72.542 km² del territorio chileno con escasez de agua.

Factores que afectan la permeabilidad 

Varios son los factores que pueden afectar la permeabilidad del suelo, entre los más comunes se encuentran:

1. Fisuras y cárcavas.
2. Estructura del suelo.
3. La disposición por capas.
4. La capa de arcilla.

En el último factor los suelos compuestos por capas de arcillas son los más impermeables, ya que su textura es la más fina y por lo tanto ralentiza el paso del aire o agua. Todo lo contrario a lo que ocurre con los suelos arenosos. Por lo que el tamaño de los poros del suelo influye considerablemente en la filtración de agua o percolación: filtración de agua hacia un acuífero.

Los acuíferos son zonas del suelo que están saturadas de agua, estos son distintos a las napas, ya que la ubicación de estas es mucho más superficial. Por lo tanto un acuífero es una acumulación de agua subterránea. 

¿Cómo se forman las aguas subterráneas?

Los periodos de precipitaciones generan la percolación de agua a través de las capas del suelo, alcanzando las napas e infiltrándose hacia los acuíferos libres: acuíferos que no constan con capas de suelo impermeables. Por lo que la percolación solo ocurre en este caso.

Se pueden generar mecanismos que produzcan la infiltración de agua hacia distintas zonas para aprovechar mejor el recurso. Una forma de hacerlo es perforar el suelo para llegar hasta la superficie del acuífero y de esta forma saturar el agujero de agua creando un pozo. Este proceso se puede acelerar con el uso de bombas hidráulicas, que ayudarán a mover el agua de forma más rápida a la zona más alta. 

Finalmente, para aprender más sobre cómo sacar provecho del proceso de percolación. se recomienda la asesoría de ingenieros expertos.