Lo más probable es que si alguien tiene la agradable sospecha de haber encontrado aguas subterráneas, ésta se deba a los indicios que el entorno, la naturaleza, le ha puesto al alcance de la vista.

La primera pista: la vegetación

Mirar detenidamente la vegetación de un lugar en búsqueda de diferencias puede alimentar cualquier mente suspicaz en busca de agua subterránea. Y las sospechas pueden empezar a teñirse de certeza cuando, por ejemplo, existen plantas freatófilas. La importancia de estas plantas radica en que el agua de la que se abastecen para vivir es de origen freático.

En otras palabras, se abastecen de una fuente de agua estable y permanente en el terreno. Si ellas están, es porque hay agua allá abajo. Atentos hay que estar a variedades de plantas de nombres tan intrincados como distinguidos: la agrostis castellana, la lotus uliginosus y la festuca elegans son algunas de ellas. 

En lenguaje menos específico, plantas que requieren altas cantidades de agua para vivir, como juncos, algunos tipos de pastos y helechos, pueden perfectamente ser indicadores de la presencia de aguas subterráneas. 

El consejo es afinar bien la vista, apoyarse en algún libro de botánica ojalá ilustrado y estar siempre atento. 

Pistas geológicas y geográficas

Otra pista que puede iniciar una sospecha de haber encontrado aguas subterráneas es dar con las rocas y el tipo de suelo adecuados en un terreno. Sin dudas, hay que poseer conocimiento específico para dar con estas pistas, nadie dijo que sería fácil. Factores como el grado de porosidad y la presencia de fracturas son los que no se deben dejar fuera de cualquier análisis, así como la presencia de materiales como la caliza y la arenisca.

Mirar un mapa de curvas de nivel también es un camino para iniciar una sospecha de aguas subterráneas. Si se saben interpretar, este tipo de mapas entregan información valiosísima en torno al curso del agua de las lluvias y filtraciones de lagos o ríos. Y con esta información se puede llegar a determinar si un terreno en particular puede o no esconder aguas en sus profundidades. 

Si todo indica que hay agua subterránea en tu terreno, lo aconsejable a continuación es asesorarse por especialistas. Lo necesario es ejecutar estudios que entreguen en detalle toda la información necesaria para extraer agua de un acuífero de forma segura y responsable. Sondagua te puede dar más que una mano en ello.