¿Qué es un acuífero? Quizás algunas personas jamás han escuchado esa palabra, pero seguramente han visto imágenes de ellos. Se pueden asociar a grandes cuevas subterráneas, pero la verdad es que su definición es un poco más compleja. Se trata de formaciones rocosas con distintos niveles de permeabilidad, donde el agua se almacena gracias a sus poros o grietas.
Al ubicarse por debajo de la superficie terrestre, se dividen en dos zonas conformadas por agua retenida y el aire sobre ella, lo que corresponde a la zona de saturación y la zona de aireación. Para que el agua se filtre al subsuelo, deben ser conformados por rocas como arenisca, arcilla, grava o caliza.
Se pueden distinguir formaciones geológicas que tienen capacidad para almacenar y transmitir agua de manera gradual, lenta o casi nula con baja permeabilidad. Estos corresponden a los acuíferos, acuitardos o acuicludos respectivamente.
Por su parte, también se encuentran los acuifugos que no almacenan ni transmiten agua, como las rocas ígneas que no tienen ningún tipo de fisura o fractura.
Existen acuíferos que no cuentan con ninguna capa impermeable que los cubra, por lo tanto, se encuentran con una zona saturada de agua a presión atmosférica. Estos son los llamados acuíferos libres.
Luego, se hallan aquellos que sí están delimitados por un nivel impermeable, que no permite un flujo de agua, donde están completamente saturados, con una presión superior a la atmosférica. Se trata de los acuíferos confinados.
Y en forma intermedia entre estos dos, se pueden encontrar acuíferos que presentan un terreno superior, de permeabilidad reducida, pero no impermeable. Son los acuíferos semiconfinados.
De elevada permeabilidad, donde el agua circula con mucha velocidad a través de fisuras y grietas, surgen los acuíferos carbonatados. Reciben ese nombre porque están muy ligados a rocas carbonatadas, tales como mármoles, margocalizas, calizas y dolomías. Por sus características, son una clase de acuífero que tiene mucho riesgo de contaminación.
En otros, como los acuíferos detríticos, el agua se acumula y corre a baja velocidad a través de espacios que dejan los granos que los componen. Estos acuíferos se forman por clastos granulares, como gravas, arenas, conglomerados y arcillas, de diversos tamaños y naturaleza.