Las aguas subterráneas representan el 30% del agua dulce disponible en el planeta, por lo que su extracción es primordial para cumplir con las necesidades y actividades humanas. Para esto, la construcción de pozos subterráneos se ha convertido en una prioridad, por lo que su adecuada construcción y mantenimiento es importante para conservar su vida útil. 

¿Cuál es el promedio de vida de un pozo subterráneo?

La vida útil de un pozo de agua depende de factores como el proceso de construcción, el equipo instalado y la calidad de los materiales. Por esta razón, es importante que se realice un cuidadoso estudio hidrogeológico y geoquímico, que servirá para elegir el método de perforación más conveniente, el diseño del pozo y determinar qué tanto se podrá aprovechar el acuífero. 

Se estima que un pozo puede durar más de 20 años, siempre que se monitoree de forma correcta el paso a paso de su instalación y se realice el mantenimiento periódico requerido. En este sentido, la elección del material para el revestimiento es importante, pues marcará el nivel de resistencia del pozo. Algunos de los más utilizados son el acero, la fibra de vidrio y el PVC, aunque los primeros ofrecen mayor durabilidad en caso de pozos profundos.

Asimismo, se debe tomar en cuenta la capacidad de la bomba de agua, la calidad del filtro de grava, así como la correcta aplicación de cemento y relleno para evitar el paso de contaminantes. La adecuada incorporación de cada uno garantizará tanto la durabilidad de la construcción como el cuidado del agua. Contar con expertos de monitoreo asegurará la correcta perforación e instalación, garantizado la vida útil de un pozo de agua. Además, se hará cargo del mantenimiento oportuno, realizando la limpieza de las piezas, revisando que la calidad del agua sea la adecuada y engrasando debidamente cada elemento.