Los pozos de agua han sido un elemento clave para el abastecimiento de recursos hídricos en diferentes usos. El mejoramiento de la técnica ha logrado avances en cuanto a la metodología de extracción y actualmente podemos encontrar pozos de diferentes tipos:

Pozos excavados

Es la forma más antigua de obtención de agua. Consiste en la perforación de un suelo para tener acceso al agua subterránea de un acuífero y facilitar su extracción mediante un balde o algún tipo de bomba. En su construcción se ocupan tres formas:

Manual: es necesario tener herramientas como palas, las que pueden conseguir una profundidad de 1.5 metros para aguas cercanas a la superficie.

Excavadora: con una máquina es posible adentrarse bajo suelo a unos 15 metros como máximo para aprovechar aguas poco profundas. Los pozos pueden alcanzar un tamaño de 2 metros como diámetro.

Barrena: es una herramienta que sirve para cortar y perforar rocas. Se pueden lograr profundidades de 20 a 30 metros a fin de conseguir aguas poco profundas.

Pozos hincados

Se trata de pozos excavados verticalmente gracias al hundimiento directo de un tubo con punta, por medio diferentes técnicas:

Percusión: en terrenos que carecen de piedras o de un nivel de dureza bajo, se basa en dejar de forma repetitiva un punzón que perfora el suelo. Dependiendo del suelo, se alcanzan profundidades entre 15 y 20 metros.

Rozado: se trata de construcciones circulares en el suelo para luego excavar en su interior y hacer descender el elemento progresivamente. Se logran pozos de varios metros de diámetro y de una profundidad de 15 metros.

Inyección de agua: se consigue por la inyección de agua a presión en el tubo gracias a una motobomba. El agua desciende hasta la profundidad del agujero para subir con escombros y restos del terreno. Permite lograr profundidades de hasta 40 metros en la obtención de aguas poco o medianamente profundas.

Sondeo o perforaciones

Se abren agujeros con brocas especialmente diseñadas, ocupando cualquiera de estos dos métodos:

Rotatoria con inyección de agua: el agua se consigue mediante dos elementos, broca y agua a presión. Los pozos pueden tener hasta 180 mm de diámetro y 200 metros de fondo.

Martilleo en fondo de agujero: por medio de un martillo mecánico, la broca puede conseguir pozos para captar aguas profundas a 300 metros.

La elección de los mejores pozos de agua depende de los fines a conseguir y las características geológicas del terreno. Por eso, es importante realizar estudios que determinen la viabilidad de proyectos para acceder a aguas subterráneas.