El uso, administración y distribución de agua es una actividad vital para diferentes sectores como la agricultura o la industria ganadera, entre otras. Este recurso de extracción de aguas subterráneas, escaso en algunas regiones, permite el acceso al agua potable o bien para el riego. Es en este sentido que la búsqueda del recurso para poder disponer de agua en pozos u otras faenas debe realizarse la manera más precisa posible y así evitar fallos o desperdicio.

¿Cómo buscar agua?

Existen diversos métodos que van desde prácticas rudimentarias hasta las más tecnológicas. Conocido es el caso zahorí o el empleo de análisis satelital. Los beneficios de llevar a cabo la extracción están ligados a la factibilidad de la zona y a criterios hidrogeológicos para llevar a cabo el trabajo con éxito.

Por eso, es importante conocer las variables técnicas para la búsqueda, que pueden determinarse mediante los siguientes métodos.

Topografía e Hidrogeofísica

La topografía es la disciplina que se encarga de estudiar y analizar los terrenos. Este análisis de la superficie permite vislumbrar relieves en el terreno que evidencien la presencia de masas de agua subterráneas gracias al estudio de imágenes satelitales (fotointerpretación).

Por otro lado, la hidrogeofísica es uno de los procedimientos más populares de búsqueda. Basándose en las características físicas y eléctricas del suelo en cuestión, se estudian las formaciones rocosas subterráneas a través de la medición de la resistividad eléctrica por corriente continua y vía magnética.

Resonancia magnética

Conocido como RMP (Resonancia Magnética Protónica), este método envía corrientes eléctricas al suelo midiendo las señales de las moléculas de agua que se encuentra en el subsuelo. Esta fórmula, altamente sofisticada, requiere de capacidad técnica capaz de interpretar los registros in situ, como un magnetómetro de protones que medirá el campo electromagnético de la zona.

Geointerpretación y tomografía

Mediante imágenes por satélite, la Geointerpretación estudia el estrés hídrico y la humedad en la vegetación de la zona, identificando así posibles acuíferos. La tomografía, por su parte, utiliza sensores que son capaces de detectar las variaciones térmicas del subsuelo y comprobar así la existencia de agua.

Ante la idea de cómo buscar agua, es importante conocer la forma más correcta de realizar sondajes y estudios para su extracción, gracias al trabajo especializado de profesionales de las obras civiles hidráulicas, donde la tecnología juega un papel clave.