El 30% del agua dulce del mundo está almacenada en el subsuelo. El método más popular para encontrarla ha sido el Zahorí, que se vale de varas de madera, varillas metálicas o péndulos, utilizando el cuerpo humano como conductor.

Sin embargo, esta práctica no ha sido validada por los científicos, por lo que los métodos científico-técnicos han tomado mayor relevancia al momento de saber cómo buscar napas de agua. Algunos de ellos son:

1.  Estudio de la vegetación

Una manera eficaz de buscar napas de agua es analizar los árboles y arbustos presentes en la zona. Un indicador clave para encontrar un acuífero son las plantas freatofitas, que se ubican alrededor de las corrientes de aguas subterráneas. Ejemplos de este tipo de especies vegetales son la Agrostis castellana, la Acacia horrida y la Poa pratensis. Si se localizan estos vegetales en el área, hay una fuente de agua subterránea próxima.

2. Análisis del relieve

Un buen método para la localización de recursos hídricos subterráneos es el análisis de las curvas de nivel, que permiten comprobar los flujos de escorrentía y las zonas con mayores probabilidades de contener agua que se ha filtrado en el subsuelo.

3. Estratigrafía

El estudio e interpretación de las diferentes tipos de rocas (metamórficas, sedimentarias, etc.) es una de las técnicas más utilizadas en la búsqueda de agua subterránea. El grado de porosidad, fracturas, orientación, etc. de estos elementos líticos, revelan la existencia de agua subterránea en la región. Por ejemplo, la presencia de arenisca, la caliza y el loess en un territorio, es una señal de la disponibilidad de este recurso hídrico.

4. Tomografía térmica

A partir de anomalías térmicas en el subsuelo, identificadas mediante sensores remotos, es posible saber cuáles son las zonas con mayor probabilidad de contener aguas subterráneas.

5. Resonancia magnética protónica

Es un método que permite detectar directamente la presencia de agua en el suelo. Consiste en alterar el campo electromagnético de los átomos de hidrógeno del agua, para analizar su respuesta en superficie. La señal de mayor cantidad de agua estará definida por una respuesta de mayor intensidad.

Si bien estas técnicas son claves para saber cómo buscar napas de agua, es importante determinar minuciosamente la profundidad, cantidad y calidad del agua, según las necesidades que se presenten.