Perforación de Pozos | Sondagua

Riesgos de las aguas subterráneas

perforación de pozos

La perforación de pozos requiere de un cuidado constante de la calidad del agua y de un mantenimiento regular de sus estructuras. ¿Por qué? Las aguas extraídas pueden contener diferentes agentes peligrosos que pueden provocar distintos tipos de riesgos para las personas y el medioambiente.

Contaminación: el principal problema

Tanto las aguas subterráneas como las superficiales están expuestas a diferentes elementos contaminantes como:

  • Microorganismos: se pueden dividir en virus, parásitos y bacterias. La presencia sostenida de estos patógenos puede provocar distintas enfermedades para el ser humano, como fiebre tifoidea, cólera, diarrea y Hepatitis A o E, entre otras.
  • Contaminantes químicos orgánicos o inorgánicos: se trata de sustancias químicas dañinas originadas por elementos como el petróleo, gasolina, plásticos, plaguicidas o detergentes. También se pueden encontrar ácidos, sales o metales tóxicos, como el mercurio o el plomo. Todos ellos impactan al ecosistema acuático y a la salud de las personas.
  • Elementos radioactivos: están representados por isótopos radioactivos solubles generados por la actividad de la energía nuclear y de centrales termonucleares.

Debido a que este recurso es fundamental para mantener este tipo de operaciones, la contaminación de las aguas puede deteriorar, además, actividades productivas como la agropecuaria, con riesgos sanitarios para las personas, animales y entornos involucrados en estos procesos.

La sobreexplotación también constituye un riesgo

En lugares donde la precipitación es reducida, los acuíferos tienen problemas para llenarse de agua y a causa del consumo excesivo se agotan de forma rápida.  Esto representa un gran problema cuando se encuentran en zonas costeras: su uso indiscriminado provoca el desabastecimiento de agua dulce, la que es reemplazada (proceso de invasión) por agua salada proveniente del mar (salinización).

De acuerdo con estudios, se estima que en Chile 36,5 millones de hectáreas se encuentran  erosionadas (48,7% del territorio nacional), producto de variables entre las que se encuentra el alto grado de salinidad.

Es que la concentración de sales en el agua tiene un impacto negativo en la estructura del suelo que afecta su fertilidad y provoca pérdidas considerables en la producción de industrias como la agricultura.  

Sin embargo, para evitar todo lo anterior se pueden realizar medidas preventivas como el tratamiento adecuado de las aguas subterráneas e integrar el mantenimiento a las actividades de perforación de pozos. De esta manera, se podrá contar con agua que garantice seguridad para distintos tipos de usos.

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