Tanto en la búsqueda de aguas subterráneas como en la posterior construcción de pozos profundos se hace necesario perforar el suelo.
Por supuesto que atrás quedaron las herramientas rústicas como la pala y la picota: hoy existen potentes maquinarias capaces de llegar a grandes profundidades perforando cualquier tipo de suelo, incluso los más duros compuestos por roca.
Tres son los métodos más eficaces para la perforación del suelo, cada uno con maquinaria específica para ser llevado a cabo. Veamos cómo son estas máquinas, leyendo lo que sigue a continuación.
La maquinaria que se utiliza en el método de rotopercusión dual rotary se caracteriza por poseer un potente martillo de fondo, el cual se activa por la acción de aire. Con él se pueden perforar diversos tipos de terrenos en bloques de tiempo realmente cortos.
Otra característica de esta maquinaria es que cuenta con una tornamesa que inmediatamente va entubando mientras perfora el suelo. Esto permite avanzar mucho más rápido al momento de la construcción de un pozo profundo para la extracción de aguas subterráneas.
El método de percusión se vale de una máquina que cuenta con una especie de broca gigante para perforar el suelo de forma mecánica.
La máquina de percusión ejecuta un movimiento de subida y bajada para ir rompiendo el terreno a perforar. Y así como tiene un trépano (broca gigante) para romper el terreno, también cuenta con una cuchara de válvula plana que va extrayendo el material desprendido. O sea, la máquina no sólo perfora, sino que también va limpiando la perforación a medida que avanza en ella.
La maquinaria utilizada en el método de rotación inversa se caracteriza por utilizar sólo agua en su proceso, lo que permite no alterar la capacidad permeable de los acuíferos, algo que podría afectar la posterior extracción de agua subterránea.
Para llevar a cabo su tarea, la máquina para rotación inversa utiliza bolones de hasta seis pulgadas, lo que se traduce en perforaciones de amplio diámetro, llegando hasta las 40 pulgadas. Destaca por su gran rapidez al perforar y por la calidad de las muestras del terreno, lo que permite ubicar con precisión dónde están los acuíferos.