Los nuevos pozómetros portátiles se han convertido en una de las herramientas esenciales para cualquier profesional que necesite conocer de forma fiable y rápida la profundidad de cualquier pozo. Si usted es agricultor y dispone de uno o varios pozos en sus terrenos, o si es un profesional de la construcción y mantenimiento de pozos y obras subterráneas, sabrá de la importancia de conocer en todo momento de cuánta agua disponemos en cada pozo subterráneo, así como su caudal y volumen. Pero, ¿qué profundidad máxima podemos alcanzar con estas herramientas portátiles? ¿Son suficientemente profundas para medir toda clase de pozos?
La medición del nivel del agua en obras subterráneas y pozos se ha hecho más fácil y rápida gracias a la aparición hace pocos años de estos aparatos, antes reservados solo a empresas. Medidores que combinan precisión y sencillez de manejo, con la ayuda de la electrónica. La duda que asalta a muchos profesionales que necesitan de una herramienta como esta suele ser la profundidad a la que estos aparatos pueden operar, es decir, su límite máximo de medida. ¿Es suficiente un pozómetro portátil o tengo que recurrir a una empresa con una maquinaria grande para conocer el caudal de mis pozos?
La respuesta es sencilla, ya que los fabricantes conocen muy bien las necesidades de sus posibles usuarios, y adaptan estos medidores a las características de la mayoría de los pozos. La mayoría de los acuíferos que proporcionan agua a los pozos subterráneos se encuentran a profundidades que oscilan entre los 100 y los 300 metros, ahí se encuentran la mayoría de capas freáticas que transportan agua, y es ahí en donde la mayoría de pozos se excavan, con el objeto de aprovechar al máximo la energía necesaria para extraer el agua, de ahí que siempre se intenta perforar pozos a la mínima profundidad posible. Pero dependiendo del terreno esto no siempre es factible, y en algunas zonas es necesario perforar hasta más allá de 300 o 400 metros, tanto pozos de suministro de agua para explotaciones agrícolas como pozos de obra, suministro industrial, entre otros.
De manera que la mayoría de pozómetros portátiles del mercado están calibrados para operar a profundidades de hasta 500 metros, y algunos de ellos, como el KL010 de OTT, pueden llegar hasta los 750 metros. Por tanto, suficientes para cubrir las exigencias de agricultores y técnicos, ya que pocos pozos superan estas distancias, ya de por sí muy profundas. Las sondas de estos aparatos son flexibles y pueden alcanzar esas profundidades en pozos estrechos o provistos de tuberías.
Su funcionamiento es sencillo, y su peso y tamaño son ideales para transportarlos y trabajar con ellos en el campo o lugares de difícil acceso. Dotados con diferentes cabezales y sensores, capaces de detectar y avisar electrónicamente del contacto con el nivel de agua, algunos de los modelos pueden indicarnos incluso la temperatura y el nivel de conductividad o TDS (turbidez del agua). Parámetros ambos muy importantes, ya que nos proporcionan una idea de la calidad del agua del pozo, y no solo de la profundidad y cantidad de caudal de agua de este.
La variedad de modelos y marcas en el mercado facilitan una adquisición más adecuada a las necesidades de cada actividad, puesto que los requerimientos que necesita un agricultor no son los mismos que los de un técnico de obra, lógicamente.
En definitiva, una maquinaria que merece la pena examinarse y valorarse, ya que nos permitirá una gestión de nuestros pozos mucho más eficaz y con ahorro de tiempo y costes.