Una tercera parte de la Tierra está compuesta por zonas áridas o semi-áridas. Por tanto, aprender a cómo buscar agua en un terreno que presente estas características, es esencial para asegurar el abastecimiento de la población y el riego de los cultivos. Existen 3 técnicas útiles para localizar aguas subterráneas en regiones áridas:

1. Geofísica

Este método comprende dos etapas que contempla, en primer lugar, un análisis aeromagnético del área. Este estudio se realiza mediante la medición del campo magnético de la superficie en una plataforma aérea. Posteriormente, a los datos obtenidos se les aplican los filtros matemáticos IRGF y CAA. Gracias a ello, es posible calcular las zonas de permeabilidad superficial y su profundidad.

El siguiente paso, es comprobar la existencia de humedad en las secciones localizadas anteriormente con el método aeromagnético. Esto se consigue aplicando una corriente eléctrica continua al terreno mediante electrodos. Si la resistividad del área es menor que la abertura electródica, es una prueba de la presencia de agua en el subsuelo.

2. Búsqueda de plantas adaptadas al ambiente

Para sobrevivir en condiciones climáticas severas con escasez de recursos hídricos, especies vegetales como la Acacia horrida, el Mezquite y la Alfalfa desarrollan raíces profundas que les permiten extraer el agua que existe debajo de la superficie. Por tanto, la presencia de estas plantas es un indicador clave de la existencia de aguas subterráneas en la región.

3. Teledetección

Este sistema ayuda a la búsqueda de agua mediante la captación y análisis de imágenes digitales tomadas por satélite. A través de la evaluación de diversos parámetros como la signatura espectral y la superficie reflectante, se consigue detectar la existencia de masas de agua en un territorio.

Uno de los problemas de mayor relevancia en las zonas áridas y semi-áridas es el déficit hídrico. Con este tipo de técnicas, es posible determinar cómo buscar agua en un terreno y la presencia de fuentes subterráneas idóneas para el uso agrícola y humano.