Muchos son los pasos que hay que ejecutar para obtener pozos de agua subterránea como estudios previos, revisión de los aspectos legales, encamisado, instalación de la bomba de extracción y, por supuesto, la perforación para llegar al agua.
Para que un pozo llegue a las aguas profundas de calidad, su extensión debe alcanzar un mínimo que bordea los 30 metros. Como es de suponer, para llegar a dicha profundidad lo mejor es valerse de maquinaría especializada que, siempre de la mano de profesionales, permitirá acceder al vital elemento.
En Sondagua destacan tres métodos para realizar la perforación de los pozos de agua, por ser los más adecuados conforme a las composiciones de los terrenos atravesados.
Uno de los métodos de perforación más antiguo, pero no por ello menos eficiente. Como su nombre ya señala, la perforación a percusión se vale de golpeteos verticales para ir rompiendo los terrenos, para lo cual utiliza una pesada herramienta llamada trépano sostenida por un fuerte cable de acero, la cual se deja caer una y otra vez (alrededor de 50 veces por minuto) para generar el rompimiento.
El tipo de terreno adecuado para la perforación por percusión son los que presentan una dureza de media a baja, para alcanzar un rendimiento de hasta 20 metros de profundidad por día trabajado. En terrenos duros con presencia de roca se vuelve más complicada su labor, alcanzando un avance de máximo 4 metros de profundidad diarios.
Destaca por ser un método relativamente económico en comparación con otras tecnologías. Y por requerir poco personal para su ejecución.
Método adecuado para terrenos de baja consistencia y para ejecutar la construcción de pozos de amplio diámetro.
Destaca por, además de perforar, ir removiendo la roca recortada por medio de aire a alta presión, todo para mantener limpia la ejecución de la obra y el resto de la maquinaria utilizada. Así, el compresor hace que suba el agua y la roca recortada hasta la parte superior de la perforación.
Este tipo de perforación se vale de triconos para romper el terreno por medio de su movimiento rotatorio. Y entre sus ventajas destacan su gran velocidad de corte de roca, el alto rendimiento en terrenos blandos y el amplio diámetro que puede llegar a otorgar a las perforaciones.
Finalmente tenemos la rotopercusión que simultáneamente realiza la perforación con un martillo y elimina el material desprendido hacia la superficie por medio de aire inyectado. Cuenta con dos cabezales para la perforación y destaca por ir cubriendo las paredes con cañerías especiales. Toda una maravilla.