Cuando se corta el suministro o simplemente cuando no hay acceso a la red tradicional, se vuelve imperioso para cualquiera almacenar agua de forma segura para el consumo.
Formas para mantener agua potable almacenada hay muchas. Las más comunes son a través de cisternas y estanques cerrados que evitan que se contamine con elementos del exterior. Asimismo, la manipulación del agua es muy importante al momento de su transporte y almacenamiento: cualquier error o manipulación inadecuada puede redundar en una contaminación posterior que impida o vuelva peligroso el consumo para las personas.
Otra alternativa importante a la hora de “mantener” agua potable almacenada son los pozos de agua. De hecho, podríamos llegar a afirmar que los pozos son la manera más efectiva de “mantener” agua potable almacenada por beneficios y ventajas como el acceso a caudales estables, la alta calidad del agua y la ausencia de masa biótica y elementos patógenos, entre otros. Veamos cómo se realizan los pozos.
Antes de empezar la construcción de un pozo hay que localizar el agua. Hoy en día existen estudios que se basan en herramientas tecnológicas que brindan panoramas muy exactos de la condición hídrica de un terreno, abarcando factores como la porosidad y la composición geológica del subsuelo.
El segundo paso es, una vez localizada el agua, iniciar la excavación. Dependiendo del tipo de terreno y qué tan profunda esté el agua, se puede optar por un tipo de perforación manual para trabajos más superficiales o con herramientas mecánicas.
El encamisado es lo que viene después. Este consiste en la protección de las paredes del pozo por medio de algún material adecuado como concreto, ladrillos y hasta PVC. La idea es proteger el pozo de posibles derrumbes. Otro paso a tener en consideración es la instalación de una especie de filtro (puede ser un material como grava) que va entre el encamisado y el terreno, para proteger al pozo de posibles contaminaciones por la intrusión de materiales finos.
El siguiente implemento a considerar es la instalación de una bomba para extraer el agua. De acuerdo a las características del pozo, la bomba puede ser mecánica de accionamiento manual o simplemente eléctrica. Así como la bomba, también es necesaria una estructura superior que proteja el pozo. Lo más común es la construcción de una plataforma de hormigón. Finalmente no hay que olvidar que todo pozo de agua requiere de mantenciones periódicas tanto de su estructura y encamisado como también de la bomba de agua. Controlar la calidad del agua a través del tiempo es también muy importante.