La falta de abastecimiento de agua es, cada vez más, un problema alrededor del mundo. Esto se debe no sólo a la sobrepoblación y al cambio climático, sino también a la inadecuada gestión del recurso y una sobreexplotación del mismo en ciertos sectores.  

En Chile, la crisis hídrica pasa por momentos críticos en cuanto a la legislación del Código de Aguas, debido a que ésta otorga el aprovechamiento de aguas a instituciones privadas. Tal escenario, ha provocado que haya una distribución desigual de este elemento, dejando más de 400 mil habitantes sin acceso a agua potable.   De igual modo, esto ha sido consecuencia de los cambios en el ecosistema, ya que se han degradado las turberas, entre otros acuíferos naturales, utilizados principalmente para el almacenamiento de agua.  

En la tarea de buscar agua, la captación de aguas subterráneas se muestra como una alternativa a considerar en países como Chile, en donde las aguas más cercanas a la superficie no son suficientes. Las necesidades actuales demuestran que «cada persona requiere solamente entre 2 y 5 litros diarios para beber, pero para producir los alimentos que necesita diariamente, se deben emplear entre 3.000 y 5.000 litros de agua», según el Informe de Radiografía del Agua en Chile.

Captación de aguas subterráneas como método de abastecimiento

La recolección de tipo artificial va desde perforaciones verticales, pozos y minas de agua y zanjas de drenaje, como algunas de las técnicas más apropiadas. Estas son un recurso útil, ya que permiten la extracción de agua dulce, de la cual el 22% está ubicada bajo tierra.

La captación de aguas subterráneas ayuda a aprovechar el agua acumulada, principalmente, por las lluvias. Para poder realizar la extracción es necesario considerar la facilidad de captación, de distribución, la regularidad del agua dulce en esa zona, qué tan libre de contaminantes se encuentra, así como realizar estudios del suelo.

En definitiva, la crisis hídrica en Chile no solo ha tenido enemigos como el cambio climático y una sobrepoblación, sino que también se debe tomar en cuenta una pobre gestión y una cuestionable legislación. Por esto, con el objetivo de buscar agua para el consumo local y el mantenimiento de empresas del sector agrícola, las aguas subterráneas se muestran como una alternativa atractiva.