Según un informe de la ONU, en 2017 entre un 70% y 80% de las «aguas negras» se usaban sin ningún tipo de tratamiento en América Latina. Lo anterior, representa una situación grave, ya que la contaminación de los recursos hídricos, procedente de distintos patógenos, pone en peligro la vida de millones de personas.

Por lo tanto, al momento de buscar agua la obligación de tratarla es indispensable debido a las siguientes razones:

• Proteger la salud de las personas

Las aguas contaminadas contienen microorganismos patógenos que se dividen en bacterias, virus y protozoos parásitos, los cuales dependiendo de la persistencia y la proporción pueden generar infecciones y enfermedades graves a las personas como fiebre tifoidea, cólera y Hepatitis A o E. Debido al tratamiento del agua, la mayoría de estos agentes son eliminados en las primeras etapas de purificación.

• Aumenta la accesibilidad al agua potable

Cerca de 2,1 billones de personas no tienen acceso a agua bebestible de forma segura. El tratamiento de aguas contaminadas puede aumentar el abastecimiento para el consumo humano, práctica que se usa en ciudades como Singapur, San Diego y Windhoek.

• Permite la reutilización de recursos

El saneamiento de aguas insalubres entrega la posibilidad de usar este elemento de forma segura para el riego en la agricultura, la industria de lavado y limpieza, entre otras actividades que requieren de un uso abundante de agua en sus operaciones.

• Evita el estancamiento de agua

La exposición de las personas a líquidos contenidos en un solo lugar por mucho tiempo conlleva una serie de inconvenientes, como el riesgo de infección debido a la generación de gases contaminantes e incomodidad debido a malos olores.

• Ayuda a la generación de materias primas

Gracias a los avances de la tecnología en la depuración del agua, en la actualidad se pueden extraer nutrientes como el fósforo y nitratos que son usados como fertilizantes de cultivos, además de biogás que permite alimentar de energía a las mismas plantas de saneamiento para que reduzcan su consumo energético.

Buscar agua y la construcción de pozos para su extracción,  es una actividad fundamental que asegura la sobrevivencia humana y el funcionamiento de diferentes industrias. Sin embargo, la importancia de que este elemento sea seguro para todos los integrantes del ecosistema (personas, animales y plantas) hace necesario integrar procesos de tratamiento y purificación que garanticen un uso confiable.